Teresa
Forcades tiene tirón, es una figura mediática, un oradora original, con
un discurso claro y preciso, nada de sermones cargados de moralina,
nada de reñir a sus interlocutores, simplemente la verdad, su verdad, la
nuestra: la anticapitalista.
Teresa
sigue esa máxima, que aplicamos desde los años ochenta, las gentes de
la izquierda plural anticapitalista, que formamos Kaos: “Suaves en la
formas, radicales en los contenidos” ¡Puño de acero en guante de seda!
Pero
el puño de Teresa, es una mano abierta, pero no sumisa; dispuesta al
acuerdo, pero no a la renuncia; dócil con los débiles pero rebelde con
los poderosos. ¡Es indudable, es una de las nuestras!
Teresa,
es ante todo una mujer comprometida, una mujer religiosa, una mujer
culta, una mujer del siglo XXI, pero además es una más, simplemente una
más, y así lo transmite a los que compartimos con ella la creación del Procés Constituent de Catalunya (Proceso constituyente).
Su
capacidad para escuchar y debatir con claridad la hemos comprobado
estos días. Le preguntan por el Euro y responde: “Hay que salir de esa
moneda”. Le hablan de la Europa actual, si, esa del capital y la guerra
y, no tarda un segundo en decirnos: “Esa Europa no es la nuestra, no es
la del pueblo, ni la de los pueblos, y está cargada de eurocentrismo y
de falta respeto para los millones de seres humanos que habitan el resto
del planeta”.
Pues
bien, el movimiento que impulsa junto a Arcadi Oliveras, un histórico
del altermundismo catalán e internacional, y con un conjunto de personas
de la izquierda anticapitalista de Catalunya, viejas y nuevas caras,
producto de la historia de nuestro país o surgidas del 15M y otras
experiencias de luchas populares recientes, avanza imparable.
Hasta
hace unas semanas los medios de información catalanes o estatales (no
así los locales) ignoraban el movimiento y el fenómeno social, que
emerge tras la entrada en el parlamento de la Candidatura de Unidad
Popular y Esquerra Alternativa, otro espaldarazo al caduco sistema
político de partidos catalán. Pero ya no pueden seguir haciéndolo, cada
acto de presentación es una pequeña marea humana. En Sabadell, más de
600 personas bajo la lluvia, en Tarragona, 1.000 y así en todas las
ciudades y pueblos, algunos pueden pensar ¡Otro soufflé!
No está tan claro, tras las conferencias, las reuniones de organización
del movimiento cuentan con la participación entusiasta de casi la mitad
de las asistentes a los “mítines”. En las reuniones de
organización se tiene claro que es preciso una etapa de formación, un
programa de actividades y unos proyectos de lucha social, sean propios o
compartidos con otros ya existentes.
Este
caudal humano, junto con los otros ya existentes del anticapitalismo
catalán, como somos las CUP, nos llenan nuevamente de esperanza a los/as
que queremos cambiar de abajo a arriba el mundo.
Manel Márquez
Programa mínimo: Los diez puntos del manifiesto
Un
proyecto de cambio social y de ruptura con el actual orden deberá
defender un conjunt de medidas básicas y de urgencia. Definirlas es un
trabajo colectivo a realizar por parte de todas las organizaciones y
personas que participen en este proceso. Una primera lista provisional,
orientativa y no exhaustiva de puntos a considerar es la siguiente:
1.
Expropiación de la banca privada, defensa de una banca pública y ética,
freno a la especulación financiera, fiscalidad justa, auditoría de la
deuda e impago de la deuda ilegítima.
2.
Salarios y pensiones dignas, no a los despidos, reducción de la jornada
laboral y reparto de todos los trabajos, incluido el trabajo doméstico y
de cura no remunerado.
3.
Democracia participativa, reforma electoral, control de los cargos
electos, eliminación de los privilegios de los políticos y lucha
decidida contra la corrupción.
4. Vivienda digna para todo el mundo, moratoria de los desahucios y dación en pago retroactiva.
5. No a las privatizaciones, reversión de todos los recortes y potenciación del sector público bajo control social.
6. Derecho al propio cuerpo y no a la violencia de género.
7. Reconversión ecológica de la economía, expropiación y socialización de las empresas energéticas y soberanía alimentaria.
8. Derechos de ciudadanía para todo el mundo, no a la xenofobia y derogación de la legislación de extranjería.
9. Medios de comunicación públicos bajo control democrático, software y red libre y desmercantilización de la cultura.
10. Solidaridad internacional, no a la guerra, y por una Catalunya sin ejército y fuera de la OTAN.
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