Garzón fue independiente, luego socialista, más tarde defensor de
los perseguidos políticos de las dictaduras criminales de América
latina, ahora al final juez anticorrupción… vamos que tiene mil caras y
siempre usa la que más le conviene en cada momento.
Hoy ha empezado el juico contra el juez mediático por excelencia, Baltasar Garzón. Pero parece ser que nadie le presta demasiada atención, ya se sabe, “Roma no paga traidores” y “A rey muerto, rey puesto”. Mira que tiene refranes el castellano para recordarnos que no debemos traicionar nuestras ideas y principios. ¡Y grande es el número de los que lo hacen. Sabiendo que nada bueno puede acarrearnos esa acción, algunos, sólo lo simulan, basta recordar el caso del franquista (fascista), Manuel Fraga, muerto anteayer.
El
Consejo General del Poder Judicial –ejemplo de progreso y ecuanimidad,
siempre al servicio de los débiles– decidió el viernes, por unanimidad,
suspender de funciones al magistrado. Hoy éste, se ha sentado en el
banquillo del Tribunal Supremo, acusado de haber intervenido las
conversaciones que mantuvieron en los locutorios de la cárcel los
cabecillas del “caso Gürtel” y sus abogados. Caso que juzga la
corrupción de importantes dirigentes del PP (partido de derechas que
actualmente gobierna en España).
Los
únicos que han protestado la decisión del CSPJ fueron los magistrados
progresistas y algunos de izquierdas y sus compañeros de la Audiencia
Nacional española, Santiago Pedraz, Fernando Andreu y la fiscal Dolores
Delgado. Hoy ante el TS, se ha concentrado un pequeño grupo de
simpatizantes, que le han lanzado gritos de apoyo. El grupo estaba
formado por personas cercanas a Izquierda Unida (partido de ámbito
nacional español) como el diputado de IU Gaspar Llamazares o la actriz
Pilar Bardem y miembros de la Plataforma solidarios con garzón. Estos
son los que gritaban ante el CSPJ, el viernes pasado, aquello de:
“Vosotros, fascistas, sois los terroristas”.
Por
lo que se ve en Madrid, algunos no conocen a Garzón, o no quieren
conocerlo y, si convertirlo en una antifranquista más. ¡Qué Santa Lucia
les conserve la vista y el olfato político!. Asociarse a este personaje
no es lo más sensato que puede hacer las izquierdas moderadas aunque
sean españolas o españolistas. Éste no dudaría en ponerlos a la sombra,
si hiciese falta y, si eso le permitiese sacar algún rédito, a las
pruebas nos podemos remitir.
Baltasar
Garzón ha intentado siempre hacerse cargo de los casos que más le
podían beneficiar para su proyección pública, pero sin concretar nada,
que es lo que ha ocurrido con los temas de memoria histórica o con la
causa contra Augusto Pinochet y las dictaduras en Chile y en Argentina.
En definitiva, ha sido víctima de su ambición desmesurada, su egolatría y
sus errores, claro, los que no le tiene ninguna simpatía (extrema
derecha, derecha o centro izquierda) y manejan bien los hilos, de un
poder judicial no depurado tras la dictadura, parece que lo han
enganchado y que quieren comérselo vivo.
Uno
que sabe lo mal que se las gastan, los que jamás estuvieron en una
manifestación antifranquista, ni durante la dictadura, ni siquiera en
los años de la transición y que ahora ejercen sus cargos de jueces
democráticos e impolutos o de gobernantes o defensores del orden
público. Ante la duda palo y trente tieso da igual que sea un
manifestante del 15M o un viejo luchador por la democracia, de la que
ellos viven y disfrutan. Todos somos terroristas, todos somos
criminales. Todos somos antisistema que queremos destruir el mundo. Pues
así se las gastaba también Garzón.
Sólo
recordaré un caso vivido personalmente hace 20 años, cuando un buen
amigo, sufrió los embates de este ciudadano, durante la llamada,
“Operación Garzón" contra el independentismo catalán, el año 1992. Mi
compañero al ser llevado ante el juez, le dijo que había sido golpeado
(torturado) y este, sin escucharlo, lo despacho de mala manera.
Evidentemente, fue puesto en libertad sin cargos, pues nada tenía que
esconder, ni ningún delito cometió; si acaso lo que ha hecho siempre:
estar al servicio de las personas y de su salud. Esta operación judicial
y policíaca le costó al Estado español una sentencia condenatoria del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos por torturas a los detenidos. Y del
caso vasco, no quiero ni hablar, no sea que aplicando su doctrina, a
gentes de paz y que hemos condenado siempre el terrorismo, nos acaben
aplicando aquello que él inventó: Todo es ETA.
Así
que, o la izquierda españolista está llena de idiotas confesos o lo que
es peor nos quieren hacer pasar por imbéciles a todos los demás.
Ramon Piqué y Marcel *Dalmau: 'Garzón prueba ahora su *medecina'
ResponEliminaConocimos al juez Garzón el julio del 1992, justo antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Éramos una treintena de personas vinculadas a organizaciones independentistas. Nos trajeron ante él tras haber pasado cinco días incomunicados en la Dirección general de la Guardia Civil, dónde fuimos objeto de múltiples torturas y maltratos. Pese a las lesiones visibles que muchos de nosotros teníamos y nuestra denuncia durante la declaración, este juez no se inmutó y continuó instruyendo, como si aquello no tuviera nada a ver con él.
Pasaron doce años para que el Tribunal Internacional de Estrasburgo (DDHH) condenara el estado español por no haber investigado las denuncias de tortura, pese a que había suficientes indicios para hacerlo. El primer juez que desestimó las denuncias fue el juez Garzón. Él prevaricó cuando instruyó causas con declaraciones obtenidas bajo tortura.
Paradójicamente, ahora el juez prueba algo de su medecina --y no es ninguna frase hecha. El juez Garzón fue magistrado de un tribunal especial, heredero del franquismo, y todavía no ha sido juzgado por su responsabilidad en el centenar largo de denuncias por tortura de personas detenidas por orden suya durante su carrera en aquel tribunal heredero del TOP. Desde la Audiencia Nacional aplicaba leyes especiales denunciadas por todas las organizaciones de defensa de los derechos humanos, como por ejemplo las leyes de incomunicación policiaca, que facilitan la práctica de la tortura.
Por otro lado, no podemos dejar de mencionar la causa de fondo que explica la persistencia del franquismo en los tribunales y en las leyes --como por ejemplo la constitución del 78-- que hacen posible esta contradicción del actual sistema judicial: el pacto político de 'la transición' con el franquismo, pacto, subrayémoslo, que, lejos de haber sido revisado durante estos decenios en una dirección democratitzadora, tiende a posiciones antidemocráticas en aspectos esenciales.
La asunción de algunas posiciones franquistas por algunas fuerzas llmadas democráticas, como por ejemplo, la impunidad de la represión franquista y la prohibición del derecho democrático de autodeterminación de catalanes y vascos, solamente ha causado sufrimiento y frustración en muchos sectores de la población.
Nosotros damos pleno apoyo a los familiares que piden que los represores franquistas sean juzgados, pero no podemos hacer abstracción de la represión que sufrimos hoy como ciudadanos y como pueblo. Garzón ahora es víctima de la maquinaria jurídica de la cual formaba parte, pero en muchos aspectos continúa adherido a aquella maquinaria judicial y represora pactada con el franquismo, y constantemente reforzada por el PSOE y el PP.
Ramon Piqué
Marcel Dalmau
Associació Memòria Contra la Tortura (www.proutortura.net)